educaciòn sexuada (ficciòn)

La mayorìa de nosotros (o por lo menos en mi caso y muchos de mis conocidos) recibimos una burda educaciòn sexual. Casi siempre se aprende con la pràctica y al poner manos (y demàs miembros) a la obra. Casi siempre aprendiamos accidentalmente. Derrepente cuando nos regañaban en casa por tener el soldadito parado a la edad de 8 años comenzamos a ligar significados y simbologìas que le atribuyen al hecho de tener una erecciòn y que los demàs lo notaran. Entonces entendìmos poco a poco que ese tipo de reacciones fisiològicas van ligadas a emociones, pensamientos placenteros, o a que la vecinita de 15 años nos enseñara (a mi y mis amigos) sus recièn brotados senitos (algo asì como dos limas de buen tamaño).

Fuè como a los 10 años que comprendì del todo el significado explìcitamente cachondo de que ella fuera tan exhibicionista con nosotros. Ella fuè la catedràtica en asuntos de partes nobles (esas partes no son nobles, son muy cìnicas).

Ninguno de los implicados compinches de la cuadra sospecharìa que 15 años despuès uno de ellos (el màs serio y tìmido de todos) se casara con ella misma.

Mi primera novia nunca me besò pero encontraba facinante còmo es que tenìa erecciones incontrolables cuando me tomaba de la mano. Mi segunda novia, su prima, me dejo tocarle sus partes (tenìamos unos 13 o 14 años) pero tampoco me dejo besarla nunca. Toda esa malicia se fuè acumulando y reteniendo por ese beso que nunca obtuve de ellas. Hasta que la que terminò pagando el precio fuè otra vecinita que nunca fuè mi novia y que a mis quince años me llevò a un lugar oscuro y me besò. Al sentir su lengua suavecita en mi boca fuè algo asì como denotanr un cartucho bien compacto de TNT. Mi malicia estallò y fuè el beso màs cargado de morbo y cochinèz de mi vida.

Ahi se me quedò casi toda mi perversiòn y despiès de liberarla sòlo ha ido manifestandose de entonces a la fecha en pequeñas e inofensivas dosis.

Solitario treintañero busca:

domadora pasada de peso (si no son màs de 80 kilos las mando a la chingada) que guste reeducarme y entrenarme como dios manda. que me devuelva mi sadismo delirante y mis erecciones perdidas.