estado amatorio y explicar por qué escribo tan chafa últimamente aquí.

Así es, he caido en un vicio que creanme no es tan agradable. Soy un DEBIL MENTAL. Y esta es la parte en la que lo acepto y pido sinceras disculpas a todos los que han pasado por aqui y han de pitorrearse bien sabroso de lo niña que me veo escribiendo cosas cursis, o peor aún, cosas tristes.

Soy de esa clase de tipesillo.

Además mucha de mi acidéz con la que suelo escribir se descarga a diario en un periódico provinciano llamado La Opinión de Michoacán. En Morelia tal vez no sea un hitazo pero igual no es mi mercado meta. En Apatzingán es la chidéz. Además su nota roja me recuerda, con eco de nostalgia a la Alarma!

Ojalá nadie, ni un comando armado o gansta choleril de la región llege a mi duplex caracol a matarme, además mi roomie teme por su vida desde los lamentables hechos de Uruapan en los que un compañero (que nunca conocí) fué baleado. Que bueno que no me he metido con los aguacateros, al parecer son algo así como los Corleone de la Sierra.

Mi vida amorosa no es mágica, no se supone que lo sea. Pero le amo a esa chamaquita, y qué se le va a hacer, yo soy de los que sólo dejarían de esmerarse en las artes amatorias hasta que las cosas se empolvan o hasta que ya no me queda ni un gramo de dignidad.

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