diferir

La sonrisa es tu pelo, no tu dèficit de atenciòn. Saciarse no es importante, màs que el hambre.

Si no hay hambre no hay nadie que me importe.

Si no puedo saltar para què necesito tus pies, sino para que corras tras de mì cuando yo no quiero.

Para què pienso en tu distancia si no soy capaz de entenderla, mucho menos perdonarme.

Adivinar a que sabe tu cuello no es divertido ya si se te olvidò mi entenndimiento.

Para què quieres entenderme si no puedes soñar.

No puedo modificar mi comportamiento si eres poco menos que un espejo chueco, una mirilla diminuta al baño de niñas.

Cambiar de costa no es importante, si tù quedas muy lejos a unos centimetros de mi, a un par de autobuses o a un avión con escala enn Madrid.

No lo harìas aunque pudieras, porque a mi no me importa si cambias, menos que si vuelves por mi, o por lo que fuì.