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Hubiera deseado trabajar en "la tercera resignaciòn". Hubiera deseado menos y hecho màs. Sigue quedando tanto. Y ya no improta que se quede. Tengo 24 años y no tengo tanntos amigos, sólo los necesarios, los mejores. Regresar a casa se convierte en un descanso del ajetreo pero ya no hay nada para mi aquì, a veces hasta dudo si alguna vez hubo. Me tropiezo con tantas caras conocidas y ninguna me apetece hablar. Sigo pasando por la misma calle de hace màs de 5 años, sòlo cambia la pintura de algunas casas. Sigo caminando chueco y el bello facial sòlo es un pretexto para cortar algo.