ella siempre.

Fuì a ver una pelìcula a casa de ondine, y como siempre que voy a ver ahi pelìculas ps ahi me quedo a dormir, porque vive bien harto lejos. No sè que lo provocò, si el spaguetti que cenamos, el peperoni rancio o la cama dura, pero algo ocasionò que tuviera uno de los sueños que màs me han perturbado en muchos años.

Un sueño me hizo hervir la sangre, sentirme tan vulnerable e impotente, tan pequeño e inùtil. Sentì tan real la perdida de un ser querido, y eso se ligò a situaciones y circunstancias muy dificiles que estoy viviendo y que vive mi familia, y lo peor es sentir que no puedo hacer nada màs que observar desde lejos el fluir de las cosas. Còmo se pierden vìnculos y còmo las personas que màs quiero en algùn momento se pueden volver malèvolas.

Este post no tiene la intenciòn de que ustedes, mis queridos lectores se enteren de mis penas y angustias (aunque finalmente lo hacen). La intenciòn principal es una urgente catàrsis que aunque se queda a medias, de algo ayuda.

Yo ùltimamente no suelo ser una persona triste, he crecido muchìsimo en el transcurso del último año, hasta me sorprendo a mi mismo tomando desiciones que antes me costaban o dominando dificultades con una serenidad sorprendente y con una sensatèz tremenda. Pero ayer, fuè algo asì como un recordatorio de que sigue habiendo cosas que pueden derrumbarme muy gacho.

Lo ùnico que logrè hacer fuè mandar un mensaje, un muy largo mensaje a la unica persona que me conoce màs que yo mismo.

Y yo que pensè que tal vez ni habrìas leido el mensaje, o que tu cel ya no era tu cel, o que tal vez ni te improtaba. Gracias por dejarme el comentario en la entrada anterior.

De verdad, ya con sòlo eso ya me has dado una razòn màs pa sonreir.