Tuesday, March 11, 2008

querido emo

Me acabo de enterar que un grupo de metaleros y demàs entes "bieen rudos" se madrearon a unos emos en el centro històrico de Queretaro bajo el lema de "por un Queretaro sin emos". El fin de semana mi roomie casi le revienta la jeta a un cuate copetudo porque le llamó emo, sólo por que traía la greña en la cara. De hecho últimamente muchos chamacos andan por la vida furiosos por el desenfrene y proliferación de emos por todos lados, comparando el fenómeno con la peste bubónica o con los hippies que invadieron San Francisco desde finales de los 60`s. Y tengo que reconocer que a mi también me llegaron a causar agruras. De hecho fuí un activista promotor de "haz patria y corta un copete". Pero ahora ya soy más mayor, tengo más pelo púbico y por lo tanto más sabiduría libre de hormonas del crecimiento. Ahora puedo decir que LOS EMOS YA NO ME MOLESTAN, simplemente son graciosos y cuando los veo rio, me hacen feliz, me llena de jolgorio ver que hay gente más triste que yo. Una vez reì tanto que no resistì el "chisguetito de pis" por la felicidad.

De hecho ya en otra ocación habíamos llegado a la conclusión de que molestar o madrearse a un emo es directamente proporcional como molestar al teto flacucho (además de inofensivo) en la escuela primaria. Hoy me parece hasta poco ético, como cogerte a una vieja peda, que por màs viejota que ésta sea, peda no se vale. Pero no quiere decir que de vez en cuando se haga un gusto culposo, como comer ensalada.

Contextualicemos un poco, por ahi a mediados de los maravillosos y fastuosos años 90´s tenía un cuate, nos veíamos muy geeks en la secundaria, él era un gringo red head que apenas si sabía prenunciar "Ricardo" (mi nombre). Cuando terminamos la secundaria èl se mudò de nuevo a San Diego (su hometown) y me heredó una mochila llena de cassetes, la mayoría puros mix tapes de bandas punks y entre ellos encontré algunos que tenían escrito en su portadita y etiquetita "emo". Esa fue la primera vez que escuche esa palabrita mamona. Pero nome molestaba, de hecho varias de esas bandas me gustaban y algunas me siguen gustando, no por eso dejaba de oir lo que ya oia. Y depronto, se volviò tan castrante que si estaba triste y ponìa un disco de lucybell ya era emo, es más me cae que si pongo a los ángeles negros, soy bieeen emo. Y así es como todas las "baladas" se hicieron emo. Señores y señoras, todo es emo.

Más de una vez me hicieron burla de tener en mi carpeta soluseek tanto a Pink Floyd como a The used; tanto a Sigur ros como a The get up kids; es más soy tan emo que tengo un playlist que incluye a My chemical romance y a Los tres. Y así fue, también, como mis pelos púbicos y su infinita sabiduría me quitaron el prejuicio de los playlist ajenos. Se volvió de hueva extrema criticar o tirar carreta los gustos musicales de los demás. Cada quién y sus pinches oidos así como cada quién sabrá lo que introoduce en sus cavidades.

PD: Un bajo (pero existente) porcentaje de mi es un banda geek, me encannta la arrolladora banda limón (¿te gustan los limónes?, ¿te gusta limar?). Pero odio y siempre odiaré a la Jenny Rivera, ojalá se le pudra la pucha a la muy perra malcogida.

PD2: Luego sigo escribiendo más sobre sabiduría emo.

1 Comments:

Blogger Ninja Peruano said...

Madrear emos es inutil.

Mientras mas los golpees, mas miserables son, y aman ser miserables.
Eso los hace mas emo, y es un circulo vicioso que acaba en asesinato y nudillos lastimados.

9:50 PM  

Post a Comment

Subscribe to Post Comments [Atom]

<< Home