Tuesday, December 12, 2006

escapando

A veces se tiene esa extraña sensación de que algo se pierde. De que se deja ir algo. SIn querer o pensarlo.

Las oportunidades siempre las hay pero son pocas las que aprovechamos, y hay algunas que nos llaman la atenciòn. Que inevitablemente nos atraen, pero son las primeras que dejamos pasar. A veces le tenemos tanto miedo a cambiar, tal vez hasta a crecer. Lo malo de la adolesencia es que no nos damos cuenta de la perdimos hasta ya adentrados en los veintialgo. Y es probable que nos pase lo mismo con la juventud. por eso siento tan gacho ver a personas de mi edad amargaas y sumidas en el estrès y en la cotidianidad.

Aferrarnos a algo seguro no es malo, pero sì aburrido. Con el tiempo se vuelve predecible, no hay sorpresas. La seguridad entonces se vuelve aparente porque se vuelve una bomba de tiempo. Algo que tarde o temprano se termina de podrir por dentro y sòlo queda un lindo caparazòn.

Aunque a veces he pasado tanto tiempo huyendo de lo cotidiano, de la aburriciòn y el aletargamiento que me producen las personas que llega el punto en el que tengo que perder algo, alguien. Y duele, pero vale la pena, porque de todo lo que pierdo siempre hay algo que se logra quedar. Que se cuela en lo profundo de las entrañas y se graba en los huesos. Hay quienes se quedan, aunque se vayan.

Pero tambièn hay quienes se quedan y en realidad nunca estàn.

Mientras sigo escapando de los años me mantengo con vida, o me gusta pensar que asì es. Lo dificil es que a veces tengo que huir solo.

¿Tù te quedarìas en la seguridad?

1 Comments:

Blogger Top Eleven de Lagarto, Inc. said...

Entre irse y quedarse, está un nudo pequeño: el de la soledad.

Váyase, pero lejos y luego regrese.
El mundo nunca es igual que como lo dejamos.
Ahí te ves.

7:41 PM  

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