primera parte de la historia de amor tràgica que dices
De pronto se sentìa como un error de dedos, escribìa una palabra en lugar de otra. ademàs de las reglas èticas que violarìamos. ¿Quièn soy yo para juzgarme?
Y ni un beso me animaba a darte porque pensè que sòlo jugabas a coquetear y ponerme nervioso.
Pero me desquitarìa luego. Y luego resultò que no te sentìas tan còmoda besandome. Ah olvidaba mencionar, tienes, tenìas y tendràs novio. Y me mentìas para que me emocionara. Tambièn eres mitòmana. Y no me inporta un comino. Valìa la pena para hacerte reir y tal vez provocar otras situaciones que nunca llegaron. Experto en finales abruptos.
Y yo que ya me hacìa entre tu piel un rato màs. Y màs que eso es que sì te lleguè a querer. Y aùn me pasa cuando me encuentro basura sentimental por ahí.
Ya sabes que a mi no me habrìa importado que fueras exnovia de un cuate (màs que nada un conocido, sobretodo en estos ùltimos dìas).
Es que en secreto sabìa tan bien. Y los besos en mi camioneta. Y el calor y el sudor de tu departamento. Demonios, nunca terminaste a ese güey. Sabes, eso sì me calò, mucho.
Me dejaste enamorarme, y tù te lo permitiste tambièn, creo. Hasta te enojaste cuando me vì indiferente. Y te contè tantas cosas.
Siempre tendremos Guadalajara